Gisela Gaytán: entre la justicia y la política
Sin lugar a dudas el esclarecimiento del asesinato de Gisela Gaytán, quien fuera la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, es un asunto del máximo interés público -no sólo político- debido a las implicaciones que un crimen como este puede evidenciar en medio de un proceso electoral.
Sin embargo, como suele suceder en estos casos, la política ha terminando por empantanar el asunto dejando de lado el verdadero impacto social que cobró. Desde utilizaciones perversas del nombre de la víctima con fines electorales, hasta el uso de las líneas de investigación para revirar el gesto. Al final tenemos un sistema de justicia expuesto a los criterios políticos de las partes.
El anuncio de la detención de siete individuos llevó, como siempre, el sello de la Fiscalía General del Estado (FGE). Entre su juego de palabras dieron cuenta de lo que dijeron fue la desarticulación de una célula criminal implicada en el asesinato de la candidata morenista. Con toda la precisión faltante, la entidad dijo haber esclarecido de golpe y porrazo.
Para llegar a este punto pasamos por el uso y desuso de la tragedia en las campañas políticas. La candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Alma Alcaraz Hernández, llevó la imagen de Gisela al Congreso del Estado y más recientemente al debate electoral. Su campaña, dijo, es ahora un homenaje para quien aspira a gobernar Celaya.
En el transcurso, las acusaciones contra la desprotección del gobierno así como el abandono del propio Morena respecto a su abanderada fueron comunes. Hasta la candidata presidencial, Xóchitl Gálvez Ruiz, utilizó el tema para reforzar sus aseveraciones sobre la supuesta presencia del narcotráfico en las campañas de Morena. Pura guerra sucia usando una tragedia, pues.
Por supuesto que el propio gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo haya ventilado la presunta hipótesis de un crimen político perpetrado por los mismos morenistas, traía todo el chanfle del mundo. Ahora incluso con la detención del presunto grupo criminal, sigue abierta esa posibilidad.
Como era de esperarse, el tema causó debate en el Congreso del Estado. El diputado David Martínez Mendizaval fue el portavoz de la 4T para advertir que ni de cerca el crimen está esclarecido con el anuncio de la FGE. Falta conocer el móvil, a los autores intelectuales, conocer todo lo que esté detrás. La respuesta del PAN, fue llamarlos carroñeros por usar este crimen como bandera.
Afortunadamente la sensatez sigue siendo aportada por los directamente implicados. Tanto el candidato del PAN a la reelección en Celaya, Javier Mendoza Márquez, como el de Morena, Juan Miguel Ramírez Sánchez, han apelado a la prudencia en el caso. Es lo mejor que se puede hacer cuando el tema de fondo implica violencia y miedo en pleno proceso electoral.
Con información de «periódico CORREO»